Hay una historia infeliz, que de inmediato os voy a contar es la de mi amigo Ramón y una mujer muy temperamental En el miedo vivía Ramón por los retos constantes de su mujerón la cantinela replicar sin cesar como no seas un buen chico me voy. Él no podía soportar la idea de perder a su gran amor no tenía ella más que mandar y él hacía todo mucho mejor. Si con amigos quería irse por ahí, o cambiar de canal el televisor su chica vuelve a interpretar la canción como no seas un buen chico me voy. Con mucho trabajo juntó todo el valor esto le dijo un día por fin con decisión: Vamos a ver, qué es lo que pasa aquí o te quedas o te vas y te decides a huir tan lejos de mí. Callada y pensativa quedó el golpe de efecto no pudo ir mejor cuando con amigos iba Ramón la cena, un beso y un te quiero mi amor. Pero la sonrisa de una mujer jamás ha sido una cosa de fiar Tan solo estaba deteniendo el reloj para su mando no admitía moción. Dentro de su ignorancia disfrutaba Ramón y de vez en cuando elevaba la voz, así: Vamos a ver, qué es lo que pasa aquí o te quedas o te vas y te decides a huir tan lejos de mí. Pero ella se desgastó pensando cómo recuperar la situación de poder y control y a una pronta conclusión llegó no utilizaría refinación Pobre Ramón no le salión bien el farol su mujer que no era tonta...