Puedes llevarme al Irán y presentarme al Imán pasearme por Teherán y mandarme al frente de Iraq. Puedes colgarme de los pies y fusilarme también cortarme las manos sin piedad y llevarte a mi chica ye-yé.
Ayatollah, no me toques la pirola (MAAAAS).
Sabes que no soy el Sha pero, en el nombre de Alá te lo pido una vez más no me toques la pirola jamás.
En el desierto me verás bailando el cha-cha-cha (sha-sha-sha) soy un enemigo de Alá no me gusta la rumba ni el jazz.
Ayatollah, no me toques la pirola.
Sólo vine a comprar pan y a mí todo me sale mal sólo vine a comprar pan y me enseñasteis el Corán.