Abre la puerta, no digas nada, deja que entre el sol. Deja de lado los contratiempos, tanta fatalidad porque creo en ti cada mañana aunque a veces tú no creas nada.
Abre tus alas al pensamiento y déjate llevar; vive y disfruta cada momento con toda intensidad porque creo en ti cada mañana aunque a veces tú no creas nada.
Sentir que aún queda tiempo para intentarlo, para cambiar tu destino. Y tú, que vives tan ajeno, nunca ves más allá de un duro y largo invierno.
Abre tus ojos a otras miradas anchas como la mar. Rompe silencios y barricadas, cambia la realidad porque creo en ti cada mañana aunque a veces tú no creas nada.
Sentir que aún queda tiempo para intentarlo, para cambiar tu destino...