Una falda y una blusa tras la barra de algún bar donde el polvo no se limpia forma parte del lugar diez miradas y la tuya no sabe donde estar.
No me mires a los ojos no me obligues a decir cosas de las que más tarde me podría arrepentir no me mires cuando sirves a un viejo que al mirarte se deshace en un sillón del bar.
¿Cuánto más seguirás?, ¿cuánto más duraré sin venirte a decir, luego que vas a hacer al terminar?
Hay un charco en el lavabo moscas en el mostrador hay un tipo que ha dejado un billete para ti no te agaches a cogerlo que se te puede ver desde tu lunar hasta el corazón.
Ya no sé si podré, ya no sé si sabré esperar sin mirar, a que salgas de aquí y a ir por ahí.
Carne de bar que a todos atrae carne de bar que a todos distrae.