No quise hacerle daño Yo esperé aquel momento tantos días y me fue fácil deslizarme hasta su cuarto su ventana cedió con un gruñido mis pies no despertaron a las alfombras me fue tan fácil deslizarme hasta su cama y verla respirar si hasta las sabanas sentían el calor aquella noche no perjudica a nadie el acostarse un poquito de amor no daña a nadie nada le costaba haber cedido dejarse acariciar unos minutos no quise hacerle daño, no así se lo dije tapándole la boca suavemente no quiero hacerte daño, no le dije que sólo iba a acariciarla no tenía porque asustarse tanto, tanto tuve que acallar el grito de sus ojos y apreté demasiado lo lamento y estuvo bien, pero estaba tan fría y estuvo bien, pero estaba tan ausente y estuvo bien, pero estaba tan inmóvil y estuvo bien, pero estaba tan inmóvil.