Te pilla la tarde en tu cuarto otra vez, no suena el teléfono y tú sabes porqué; cervezas vacías en tu habitación, el cenicero lleno humea en un rincón. Seguro que sola está ella también tirada en la cama sin saber qué hacer. No sé cómo comenzó la discusión ni a quién le toca ahora pedir perdón. Y creo que muero si no siento el roce de tu cuerpo junto a mí. Recuerdo tus labios y esos ojos que al mirar casi hacen daño. Mientras la radio aburre con una canción miro aquella foto y me siento peor, y yo ya no sé lo que ha podido pasar, lo que estaba bien, ahora está fatal. Seguro que sola está ella también, tirada en la cama sin saber qué hacer. No sé cómo comenzó la discusión ni a quién le toca ahora pedir perdón. Y creo que muero si no siento el roce de tu cuerpo junto a mí. Recuerdo tus labios y esos ojos que al mirar casi hacen daño.