Aunque te hayas ido sigues conmigo siento el respiro de tu amor. Con un triste suspiro llega la noche y me platica de los dos Eterno fue lo que hubo entre tú y yo, que nunca un adiós se contempló
Entre el mar y una estrella seguirás estando al filo de mis venas. Te pondré algunas velas para preguntarle a Dios cuándo regresas.
Ya no me sabe el día, menos la dicha, se me entristece el corazón Lo que te extraño, vida, y lo que sufro es tan inmenso como el sol. Te sigo amando en contra del rencor aunque se muera mi alma de dolor.