Un mundo de contrahechos se esparce en la cartulina, bordado con punta fina como los pelos del pecho. Pa=s en que los deshechos son amados todav=a, es la comarca sombr=a donde la luz se perdona, porque all= van las personas del sueAo a la poes=a.
En un sof1 diminuto posa minJscula gente. Unos sonr=en al lente, otros cuentan los minutos. Bichejos de rostro enjuto se asoman a celos=as y carroAeras arp=as prestan garras al retablo, mientras hace redonda el diablo del sueAo a la poes=a.
Un pavorreal se pasea por un desv1n en penumbras y a su paso, que deslumbra, la oscuridad se voltea. WQu9 transformC pluma en tea de apariciones umbr=as? WQu9 pasiCn, qu9 melod=a tocC el corazCn humano para conducir la mano del sueAo a la poes=a?