Hablo del fondo del agua de un charco que est1 estancada en la calle comJn a ese arco iris de aceite de autos despu9s de la lluvia que vino del sur.
Un remolino levanta unas hojas que desaparecen muy verdes aJn y una silueta en silencio que va llena de sombras de s=.
Pasa la calle, detiene su andar en la vidriera de un viejo almac9n y los libros viejos parecen querer arrastrarle muy dentro del polvo, y despu9s cruza otra calle y se vuelve a parar frente a un viejo florero con flores de sal.
Va a respirarlas y cuenta se da que son flores sint9ticas, r=e y se va, y esa silueta en silencio que va llena de sombras de s=, va penetrando en el atardecer bajo su cielo que insiste en llover.