Rosa gris
mirada dulce y labios de cristal,
y la piel que no toqu�,
blanca como su intenci�n
sin saber las reglas de la calle del amor
no se puede flirtear con la pasi�n de la ciudad.
La vida y la ilusi�n se van
como el viejo tren
que no volvi�
por la calle del amor
se van
donde sin pensar se vender�n.
Una vez
el d�a trajo la oportunidad
de volar a�n m�s all�
de la calle del amor.
Al notar
la seda de princesa acariciar
a la chica de cristal,
a la fr�a rosa gris
su piel se endureci�
y su voz ya no se quebr� al suspirar
la mirada aprendi� a pedir
lo que alguna vez no se atrevi�.