El viejo acordeonista ha venido a traer
Un remanso de paz a la esquina de la calle.
El ruido de los coches ahoga
Las indecisas notas de una nueva canci�n mientras �l
Con los ojos en blanco,
Escayolados dedos trepan arriba y abajo.
Es un ser extra�o para los ni�os
Que le miran al salir de la escuela.
Tambi�n para la ni�a del segundo
Que coloca sus quince mu�ecas en la florida habitaci�n.
Su canci�n es m�s clara al pulsar viejas notas
Que llenan de nostalgia el coraz�n de la srta. lola.
El sombrerero,
Tiene cubierto el fondo de calientes monedas;
Promesa,
De alg�n plato especial en la h�meda taberna al mediod�a.
Cerrar�n el balc�n cansados de escucharle.
La �ltima moneda cantar� en el sombrero.
Vacilantes pasos calle abajo le llevar�n a la taberna;
Traspasar� la puerta; el camarero -que es cabestro resabiado-
Gritar�: �marche un plato de arroz para el artista!