¡Mira ese cadáver!. Reza para no volver. Ha visto que en los bosques sólo hay flores de cartón. Mil escalofríos se pasean por tu piel y la inquietud golpea tu corazón.
Ves caer la lluvia pero no moja tu piel. Ves salir el sol y te ciega la ilusión. ¿Por qué toda esa gente ha empezado a correr si saben que no pueden ocultarse del temor?.
¡Qué demonios!. ¡¡Pero qué demonios!! En tus ojos sólo hay demonios; nada bueno... ahí no queda nada.