El tiempo pasa, los años van llegando, aunque no te hagan daño como ayer. La vida es sabia, la muerte lo es también.
Todo se acaba y tú te vas quedando en tu portal mirando para ver tu sombra triste andando sin volver.
Nada me vale lo mismo que ayer. Hay cien motivos para no creer. Lo que ayer era una ilusión hoy se impone como una razón. No hay espíritu, no hay corazón. Quiero volver, quiero aferrarme a mi pasado. ¿Dónde está?