En los pueblos de mi Andalucía, los campanilleros por la madrugá me despiertan con sus campanillas y con sus guitarras me hacen llorar.
En los pueblos de mi Andalucía, los campanilleros por la madrugá me despiertan con sus campanillas y con sus guitarras me hacen llorar. Y empiezo a cantar. Y al oirme, tos los pajarillos cantan en las ramas y echan a volar.
Pajarillos que estais en el campo gozando el amor y la libertad, recordadle a la niña que quiero que salga a su reja por la madrugá, que mi corazón se lo entrego al momento que llegue, cantando las penas que he pasao yo.
A la puerta de un rico avariento llegó Jesucristo y limosna pidió. Pero en vez de darle la limosna, los perros que había se los azuzó. Pero quiso Dios que al momento los perros murieran y el rico avariento pobre se quedó.